sábado, 2 de abril de 2011

!!!!!! ANTENCION ATENCION !!!!!!!!!!!! YA TEMEMOS EL LIBRO DE NICK


HOLA A TODOS KIERO DECIROS K YA TENEMOS EL LIBRO DE NICK WOWW ESTOY FELIZ PORQUE ES ALGO MARAVILLOSO POR ESO AKI OS DEJO UN TROCITO


Dicen que cuando estás a punto de morir, ves tu vida entera brillar ante los ojos. Mintieron. Lo único que Nick Gautier podía ver brillar eran los colmillos de vampiro de Kyrian Hunter.

La vista le paralizó en el sitio sobre la elegante escalera de caoba de la parte delantera de la enorme mansión anterior a la guerra de Kyrian. Voy a morir… Otra vez. Genial, desde que había tratado de ir a la escuela hace unas veintidós horas, se enteró que el director había sido devorado por un zombi, todos sus compañeros estaban detrás de él. Ahora, su maldito jefe era un vampiro. Se lo imaginaba.

Eso en cuanto al cheque del sueldo, a menos que el diablo lo pudiera cobrar, Nick nunca podría ver un centavo. ¿Llegaría este día a su fin, alguna vez? Amigo, ahora mismo, eres el único que está a punto de llegar a su fin. Ese pensamiento por fin aplastó la niebla espantosa de la cabeza que lo mantenía inmóvil. ¡Corre, amigo, corre! No podía bajar las escaleras, porque allí estaba Kyrian. El único lugar para correr estaba arriba, con su madre, quien ya había entrado en el dormitorio que Kyrian les había prestado para la noche. Ella ignoraba completamente el hecho de que estaban en peligro mortal y que su sangre estaba a punto de ser drenada. Él se dio la vuelta para advertirle. —¡Nick! ¡Espera! Que espere, mi glúteo mayor. El vampiro ya podía reservarse algunos litros de sangre si pensaba que Nick tenía alguna intención de convertirse en Casper. Soy demasiado joven, demasiado inteligente y demasiado guapo para morir. Sí, y algo más. El mundo lo necesitaba para mejorar el banco genético. Sin mencionar, que a los catorce aún no había tenido su primera cita. Esta noche, casi tuvo su primer beso. Él debería haber reconocido que eso era como una señal de que el apocalipsis se acercaba y que su muerte era inminente. Cuando Nick se acercó a la parte superior de la escalera, Kyrian subió de un salto directamente los seis metros desde el suelo y giró sobre el pasamano para aterrizar graciosamente delante de él, cortándole la retirada. Los ojos negros de Kyrian brillaron en las sombras. Vestido completamente de negro y con más de metro ochenta de altura, Kyrian era una visión mortífera e impresionante, incluso con sus juveniles rizos rubios. No había manera de pasar de largo. Joder... Nick dio un patinazo hasta detenerse.

¿Qué debería hacer ahora? Su madre estaba en una habitación a pocos metros de Kyrian. Podría avisarla, pero lo último que quería era que Kyrian la matara a ella también. Tal vez si se mantenía en silencio, Kyrian sólo le drenara a él.
—No es lo que piensas, Nick. Sí, seguro.
—Creo que eres un vampiro demonio chupasangre que va a matarme, eso es lo que pienso. Antes de que pudiera siquiera parpadear, Kyrian extendió la mano y agarró el cuello de Nick con algún tipo de agarre mortal vulcaniano. Quería luchar, pero estaba tan indefenso como un cachorrito sujetado por el cogote. Con la fuerza inhumana que se espera de los no muertos, Kyrian arrastró a Nick pasando el dormitorio provisional de su madre y subió hasta su despacho. Como en el resto de la casa, las cortinas que llegaban del suelo hasta el techo estaban cerradas para proteger contra el sol naciente, algo que debería haber alertado a Nick de que Kyrian era un vampiro desde el primer momento en que entró en la mansión. La madera oscura del escritorio combinaba a la perfección con las paredes de color verde oscuro. Sin perder velocidad, Kyrian arrojó a Nick sobre un sillón de cuero color borgoña. Cuando empezó a correr, Kyrian le golpeó de nuevo hacia él.
—Para un minuto y escucha. Sé que te estoy pidiendo lo imposible, pero por una vez en tu vida, cierra la boca y presta atención.

—No soy el que está hablando. Kyrian le gruñó.

—No te hagas el listillo conmigo.
—¿Quieres que me haga el estúpido?
—Nick. Nick mantuvo en alto las manos.
—Muy bien, pero no te comas a mi madre, ¿vale? Ha tenido una vida bastante mala sin necesidad de ser la novia de Drácula.
—Yo no bebo sangre. Él arqueó una ceja ante eso.
—Sí, seguro.
—Sí, seguro. No la bebo. No soy un vampiro. ¿Y para qué quería esos extraños colmillos? —Entonces, qué pasa con tu peculiar problema dental, ¿eh? Y ni siquiera trates de decirme que son falsos, señor Trajes de Armani y coches de lujo, porque no eres del tipo que tiene cosas falsas, y todo lo que ello dice de ti es que tienes el dinero suficiente para arreglarlos si quisieras. Por no mencionar el hecho de que no sales a la luz del día y, ¿cómo hiciste el salto del ninja si no eres uno de los no muertos?
—Tengo talentos.
—Y yo me voy. —Nick trató de escapar, y otra vez Kyrian lo empujó al sillón, lo bastante fuerte como para llamar su atención.
—Sabes sobre Acheron, y lo aceptas. ¿Por qué no confías en mí? Acheron Parthenopaeus era un gigante inmortal... o algo. Pero aun así, no había sido nada más que agradable con Nick y su madre. Y lo más importante...
—Él no tiene colmillos.
—Sí, los tiene. Sólo que los esconde mejor que yo. También es mi jefe. Nick le replicaría que él estaba lleno de estiércol de vaca, pero la explicación en realidad tenía sentido en un modo extraño. Ash tenía más de once mil años de edad y le había parecido excepcional que Kyrian lo tuviera como amigo. Pero si el gigante inmortal era el jefe de Kyrian… Eso lo explicaba. Sin embargo, Nick no era un tonto, y no aceptaba nada porque sí. Por lo que sabía, Kyrian estaba mintiendo sobre sus colmillos.
—¿Qué tipo de trabajo haces?
—Protejo a la gente.
—¿Cómo salvar niños muy malos recibiendo golpes hasta morir por gente que supuestamente son tus amigos?
—O sea yo recibiendo un disparo de Alan y pisoteado en el suelo por Tyree y Mike hace un par de semanas. Así es como se habían encontrado los dos y lo que desembocó en su trabajo a tiempo parcial para Kyrian después de la escuela. Kyrian inclinó la cabeza hacia él.

—Exactamente. Nick se relajó un grado cuando recordó lo mucho que le debía a Kyrian. Si no fuera por él, estaría muerto ahora mismo.
—¿Así que no vas a atacar a mi madre o a chuparme la sangre?
—Dioses buenos, no. No necesito la indigestión. Ya me has causado bastante jaqueca para una noche. No necesito nada más. Nick se recostó en el sillón de Kyrian, mirando hacia él. Si Kyrian quisiera matarlo, había tenido un montón de oportunidades. En cambio, había protegido tanto a Nick como a su madre y les había permitido pasar la noche en su mansión.
—Si quieres saber el término correcto para mí, soy un Dark Hunter. Nick digirió esa palabra lentamente.
—¿Qué significa? ¿Das caza a la oscuridad?
—Sí, Nick. Eso es exactamente lo que hago. Hay demasiada.
—Ahora, había tanto sarcasmo que podías cortarlo con un cuchillo. A Nick no le hizo gracia.
—¿Así que me lo explicas o qué?
—Somos guerreros inmortales que vendimos el alma a la diosa Artemisa. Para ella, luchamos y protegemos a la humanidad de lo que sea que acecha en la noche, tratando de cazarlos. Por lo general, eso significa que rastreamos y matamos Daimons.
—¿Qué son? —Para ponerlo en términos que puedas relacionar, son vampiros que viven de las almas humanas. En vez de sangre, toman el alma dentro de su cuerpo, y una vez allí, comienza a marchitarse y morir. Tenemos que matar a los Daimons antes de que el alma se consuma por completo.
—No lo entiendo. ¿Por qué cogen las almas? Kyrian se encogió de hombros.
—Es lo que les alimenta. Tienen que mantener un alma viva dentro de ellos o mueren. Eso era brutal. Para ellos y especialmente para la persona que mataban para conseguirla.
—¿Cómo toman las almas? —preguntó Nick.
—No tengo ni idea. Una vez se lo pregunté a Acheron, y se negó a responder. Se le da bien eso. —¿Así que te enseñó a ti también? Kyrian sonrió, no con la sonrisa apretada del pasado, sino con una en toda su extensión que mostraba los colmillos.
—Él lo hizo, en efecto.
—Te doy un excelente, entonces. Kyrian ladeó la cabeza, mirándolo como si esperara que Nick corriera de nuevo.

—¿Estamos bien? Nick lo consideró. Probablemente debería estar aterrorizado y atrancando la puerta, pero Kyrian había estado allí con él, luchando contra los zombis y protegiendo a sus amigos esta noche. Había abierto su casa a la madre de Nick. Él parecía bueno… «Puedes confiar en él». Por primera vez, Nick sabía a quién pertenecía esa extraña voz profunda en la cabeza. Ambrose su tío loco quién juró que estaba aquí para ayudarlo. Extraño, que todo el mundo dijera lo mismo. Pero…
—¿Nick? Ambos saltaron ante el sonido de la madre de Nick, llamándolo desde el pasillo. Kyrian fue hacia la puerta y la abrió.


—Estamos aquí, señora Gautier. Al entrar en la sala, miró a su alrededor con desconfianza, como si esperara atraparlos haciendo algo ilegal, inmoral o antinatural. Diminuta, pequeña, bella y con brillantes ojos azules, su madre siempre le recordaba a un ángel, especialmente cuando no llevaba maquillaje, algo que él odiaba. Su cabello rubio estaba desgreñado y ella estaba vestida con una camiseta negra que le llegaba hasta las rodillas. Parecía que Kyrian se la había prestado para dormir. A los veintiocho años, ella era muy joven para tener un chico de su edad. Pero eso nunca había importado. Siempre habían sido los dos contra un mundo hostil.

—¿Nick? ¿Está todo bien?

—Todo bien, mamá. Ella le lanzó a Kyrian una mirada que decía que no se creía la respuesta de Nick.
—¿Estás seguro, cariño?
—Por supuesto. El señor Hunter me decía que mañana lo tengo libre porque hoy trabajé hasta tarde. ¿No es cierto, señor Hunter? Había un brillo divertido en los ojos de Kyrian al darse cuenta de que Nick había manipulado la situación a su favor.

—Sí, es cierto. —¿No le pudo decir eso fuera? Kyrian apretó los labios en un esfuerzo por no sonreír y exponer los dientes.

—Nick vino aquí dentro para conectarse y jugar en línea. Justo estaba diciéndole que tenía que irse a la cama. Oh, traidor. ¿Lanzando la tarjeta de censura parental? Eso fue grosero. Excesivo. Si Nick no hubiera sido la víctima le aplaudiría por pensar rápido. Pero lo último que necesitaba era que su madre tuviera una razón más para castigarle sin salir. Ella le dirigió una furiosa mirada.

—Nicky. Nick levantó el brazo en señal de rendición.

—Mamá… —No me llames mamá, muchacho. No puedo creer que hagas esto cuando tienes mejor criterio. Lleva tu trasero a la cama. Ahora mismo. ¡En marcha! Levantándose del sillón, Nick refunfuñó por lo bajo y emitió un gruñido de advertencia a Kyrian. Lo atraparía… Con el tiempo. Kyrian dejó escapar una malvada risita con los labios cerrados.

—Te mostraré tu habitación. Su madre no opinaba lo mismo cuando bloqueó la puerta. —Puede dormir en mi habitación. Conmigo. Kyrian lanzó un suspiro de cansancio.

—Me preguntaba de donde había sacado Nick ese carácter desconfiado. Le ha enseñado bien. Su madre se alisó un mechón de pelo rubio y se lo recogió detrás de la oreja izquierda.

—Sí, bueno, he visto el lado feo de la gente demasiadas veces. Sin ánimo de ofenderle, señor Hunter.

—Le aseguro que he visto un lado aún más feo de ellos que usted. Muchas veces, hacia mí mismo. Llámeme Kyrian, por favor. Eso pareció avergonzarla. Le hizo un gesto a Nick.

—Vamos, nene. El sol ya se ha levantado. Tienes que dormir un poco. Todavía estás recuperándote de la herida del disparo.

1 comentario:

  1. No sé exactamente qué es, pero me alegro de que estés contenta.

    No creo que me veas por aquí en un tiempo, así que me despido.

    Besos.

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